En los tiempos modernos para el promedio de las personas es una necesidad disponer de un cargador de celular de carga rápida y una batería de celular de duración prolongada. Pero, ¿porqué le damos tanta valor a la rapidez de la carga de la batería y a la duración de esta?, es obvio que esto le da al dispositivo una mayor autonomía y de esta manera, junto con su tamaño y peso, lo hace un dispositivo móvil. Pero, ¿hemos llegado a tal grado que consideramos que un dispositivo electrónico debe estar siempre disponible y cerca de nosotros que lo contrario nos parece inconcebible?. ¿Y porqué parece tanta nuestra urgencia de tener disponible el dispositivo al poco tiempo de haberlo puesto a cargar, como si nuestra vida dependiera de ello?. ¿Será que el mismo requerimiento tenemos para con otros aspectos de nuestra vida?, por ejemplo, ¿que también ansiemos la disponibilidad rápida de cosas como la comida, la ropa o incluso la recuperación de la salud?.
¿Cuántas personas habemos que buscamos soluciones rápidas?, es más, ¿cuántos estamos dispuestos a esperar con paciencia la solución de un problema o la reposición ante un tema económico o un tema de salud, pero no estamos dispuestos a las soluciones que consisten en un proceso que involucra, junto a la paciencia, tiempo, dedicación y devoción?.
Creo que hemos llegado al grado en el que “exigimos a nuestra batería interna que nunca se descargue y si eso sucede entonces que esta se recargué rápidamente y de nueva cuenta vuelva a durar por un tiempo prolongado”, pero somos desconsiderados con la alta exigencia que hacemos a nuestra persona ya que diariamente nos causamos un gran desgaste.